Por Azucena León Torres / Ricardo Serra
La crisis financiera internacional no solo pondrá fin al ciclo de bonanza económica por el que atravesó la región, también acabará con la reducción sostenida del desempleo urbano de los últimos cinco años.¿La razón? Según el informe "Panorama Laboral 2008. América Latina y el Caribe", elaborado por la Organización Internacional del Trabajo, la desaceleración del crecimiento económico que experimentará la región este año, sumada a una caída en el precio de los metales, llevarán a que la tasa de desocupación urbana suba de 7,9% a 8,3% el 2009. En números absolutos, esto significa que entre 1,5 millones y 2,4 millones de personas se sumarían a los 15,7 millones de desocupados actuales.
"La crisis del empleo ya llegó a la región. Y es que después de cinco años seguidos de reducción la tasa volverá a subir el 2009", advirtió el director regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Jean Maninat.
En el caso particular del Perú, Javier Verdera, especialista en política de empleo de la OIT, estimó que el 'shock' financiero que experimentaron los países desarrollados llevará, en el peor escenario, a que el número de desocupados en Lima Metropolitana aumente de 338 mil a 400 mil este año y que la tasa de desempleo pase de 8,6% a 9% o 9,4%. Para llegar a esta conclusión evaluó dos indicadores: el último reporte del INEI (que revela una caída en sectores vinculados a la exportación) y las proyecciones del crecimiento del PBI para el 2009 de la Cepal (de 5%)."El PBI peruano crecerá prácticamente a la mitad de lo que se expandió en su etapa de bonanza.
En ese escenario veremos un aumento de la oferta laboral y una disminución de la demanda", dijo. La proyección en la desaceleración del crecimiento se alinea con el último reporte de Maximixe, que para el primer trimestre de este año estima que el PBI crecerá apenas 5,4% (en el primer trimestre del 2008 el PBI aumentó 7,2%).
No obstante, Verdera agregó que si se compara con otros países de la región, donde la tasa de desempleo se disparará, el impacto de la crisis en el Perú será mínimo. "Estas cifras (de desempleo) podrían incluso ser menores; todo dependerá de la rapidez con la que el Gobierno implemente su plan anticrisis. Además hay que considerar que el Perú es el único país que registrará un crecimiento superior al de la región y que la población desocupada probablemente buscará autoemplearse en actividades como comercio y servicios", acotó.Si bien las cosas se pintan complicadas, el profesor de la Universidad del Pacífico Gustavo Yamada ve difícil un aumento de la tasa del desempleo. Según el economista, si el PBI registra una expansión de entre 4% y 5%, en el peor escenario lo que sucederá es que la tasa de empleo, que venía registrando una expansión anual de entre 6% y 8%, se estancará y la tasa de subempleo (que desde su punto de vista es el mejor indicador para medir el desarollo de un país) dejará de caer. "En los últimos años lo que ha mejorado es la calidad del empleo, las personas dejaron de tener cachuelos y se incorporaron a un trabajo fijo . Si el crecimiento no puede absorber a los desempleados, probablemente aumente la tasa de subempleo, pero no la de desempleo", dijo Yamada.Añadió que para captar a los trabajadores que serán liquidados por los sectores afectados por la crisis, el Gobierno debe acelerar la implementación del plan anticrisis. "De la rapidez de su ejecución depende la pérdida de puestos de trabajo", anotó. En esa línea Maninat, de la OIT, sugirió que también se debe enfatizar en la inversión en infraestructura, programas de empleo temporales y la capacitación.El "Panorama laboral 2008" revela que la tasa de desempleo en Lima pasó de 8,8% a 8,6%. "Se registra una caída, pero esta no es significativa si se compara con la expansión económica", dijo Mónica Castillo, coordinadora del estudio. Algo similar pasó con los salarios reales, pues si bien estos crecieron ligeramente continúan siendo insuficientes. Un dato que llama la atención es que el autoempleo ha crecido más que el empleo asalariado.
ENFOQUE
Cómo dar una respuesta rápida*
El llamado plan anticrisis está orientado hacia el sector moderno de la economía. Sus medidas buscan sostener la demanda interna al poner el énfasis en la inversión y no en el consumo, por lo que no contempló una mejora en el salario mínimo, como sí lo han hecho los países vecinos.La inversión en construcción concentra el componente anticíclico de ese plan. Así, la propuesta de reconversión laboral ubica ese sector como el destino de los trabajadores que resulten despedidos por efectos de la crisis. Para la atención de la microempresa se implementará un plan de compras estatales de S/.150 millones.Pero estas medidas no son una respuesta rápida al choque externo. Más eficiente sería un reajuste en la operación del programa Construyendo Perú (CP), incorporando la experiencia de Pro Joven (PJ) en materia de capacitación laboral. CP opera en regiones que recibirán el impacto inicial de la crisis (la costa agroexportadora), y puede focalizarse en los jefes de hogares que queden desocupados al pagarles un salario mínimo, priorizando la construcción de infraestructura socioeconómica, para lo cual recibirían una formación bajo la metodología de PJ. Lo anterior como parte de los planes de desarrollo local y bajo monitoreo de la sociedad civil.* Julio Gamero. Ex viceministro de Promoción del Empleo 2004
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